domingo, 29 de noviembre de 2015

La historia de nuestra Biblioteca

El neoliberalismo de la década de los ’90 dejo a una Argentina devastada y una sociedad que por el egoísmo perdió la solidaridad que supo cosechar en los años de la última dictadura. La crisis del 2001 agudizo los conflictos sociales. La consecuencia se observó en 2003, cuando se dieron a conocer los altos niveles de extrema pobreza e indigencia.
El mismo año que se mencionan estos datos, un grupo de vecinos de Avellaneda fundan la institución porque creyeron, y creen, que la cultura es la forma más importante de inclusión social.
Luis Vegne expresó antes de morir, su deseo de donar su biblioteca personal que contaba con 1.500 libros. Fue por eso que su hija, Marcel Vegne, cumplió su deseo al presentar esta donación. Así se fue gestando la idea de la biblioteca popular. A esta idea había que nombrarla y es por eso que quisimos premiar la trayectoria de un hombre incorruptible, un luchador inalcanzable por los derechos de los trabajadores docentes, una víctima de tortura en los años de la última dictadura militar, Alfredo Bravo, quien fallece -el 25 de mayo de 2003- durante el proceso de creación de la biblioteca. Por este motivo fue necesaria la autorización de la familia del maestro y poder utilizar para la institución. La viuda, Marta Becerini y Gustavo Marcelo Bravo, hijo de Alfredo, firmaron el permiso en diciembre de ese mismo año.
Luego de la creación el 6 de marzo de 2003, nueve meses después, el 17 de diciembre inauguramos la Biblioteca  Popular Maestro Alfredo Bravo. Ese día contamos con la presencia de su familia, además de diversas autoridades e instituciones del ámbito local.
Con el pasar de los años trabajamos y nos esforzamos día a día, con el fin de insertarnos en la comunidad, estando en la búsqueda de brindar el mejor servicio, que debió adaptarse a los avances de la tecnología que parecía haber destinado la desaparición de los libros. Por eso nos fue indispensable la incorporación de herramientas tecnológicas, que gracias a la colaboración de nuestros socios y vecinos fuimos obteniendo.

Con el crecimiento de la colección de libros, empezamos a contar con la ayuda de la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (CONABIP) y mediante un subsidio nos posibilitó la construcción de un zoom que es utilizado para el dictado de talleres, algunos de ellos subvencionados por el área de cultura de la Municipalidad de Avellaneda y otros cursos realizados por el aporte solidario y desinteresado de los socios y vecinos que nos acompañan. Actualmente contamos con más de 10 mil volúmenes de libros sobre distintos temas. Desde textos escolares hasta enciclopedias, clásicos de la literatura y una gran colección de literatura infantil, preadolescente y adolescente, porque sabemos que es mediante ellos deben formarse los hábitos de la lectura. Nuestro aporte a la comunidad, lo destinamos a la inclusión de adultos mayores debido a que estamos convencidos de que esto mejora su calidad de vida.

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