Alfredo Pedro Bravo nació en Concepción
del Uruguay, provincia de Entre Ríos, el 30 de
abril de 1925. Siendo niño llegó a Buenos
Aires, instalándose en el barrio de Villa Urquiza.
Graduado de maestro normal nacional, inició sus tareas como docente rural en una escuela pequeña en el Chaco Santafecino.
De regreso a Buenos Aires, Alfredo emprendió el camino que lo marcaría para el resto de su vida: la militancia gremial y su adhesión al socialismo.
En septiembre de 1973, coparticipó de la fundación de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA).
Más tarde se convertiría en un miembro de la mesa ejecutiva de la misma confederación.
Graduado de maestro normal nacional, inició sus tareas como docente rural en una escuela pequeña en el Chaco Santafecino.
De regreso a Buenos Aires, Alfredo emprendió el camino que lo marcaría para el resto de su vida: la militancia gremial y su adhesión al socialismo.
En septiembre de 1973, coparticipó de la fundación de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA).
Más tarde se convertiría en un miembro de la mesa ejecutiva de la misma confederación.
Hacia fines de 1975, la Triple A y otros grupos parapoliciales y paramilitares, comenzaron acciones que resultaron precursoras
de la represión que se desataría poco después
con el Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, que duraría hasta 1983.
Fue en aquellos momentos de violencia inusitada que Alfredo Bravo y un pequeño grupo de personas de distintas vertientes ideológico - políticas dieron vida a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH). Desde ese ámbito, el maestro atacó la violencia gubernamental y el oscurantismo ideológico que la sustentaba
Unos meses después, el Golpe Militar se propuso acabar con toda manifestación que expresara ideas diferentes a las planteadas por los represores. La dictad
Fue en aquellos momentos de violencia inusitada que Alfredo Bravo y un pequeño grupo de personas de distintas vertientes ideológico - políticas dieron vida a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH). Desde ese ámbito, el maestro atacó la violencia gubernamental y el oscurantismo ideológico que la sustentaba
Unos meses después, el Golpe Militar se propuso acabar con toda manifestación que expresara ideas diferentes a las planteadas por los represores. La dictad
A la vez, el Proceso de Reorganización Nacional,
consideró a la educación como un campo
fértil en el que habían madurado las “nuevas
ideas”. En consecuencia, se propuso arrasar con
toda expresión cultural alternativa: se intervinieron las universidades,
se quemaron libros, se censuraron autores, los intelectuales
fueron perseguidos, se criminalizó la disidencia
y los educadores comprometidos con la educación
pública, popular y la igualdad de oportunidades
y posibilidades fueron desaparecidos.
En este escenario, Alfredo Bravo
fue secuestrado por un grupo de tareas, el 8 de septiembre
de 1977, mientras daba clases en una escuela para adultos.
Permaneció desaparecido hasta el 20 de septiembre
y recién fue liberado dos años después,
en 1979.
Reinstaurada la democracia en diciembre de 1983, fue
designado por el gobierno constitucional, Subsecretario
de la Actividad Profesional Docente del Ministerio de
Educación. Al asumir su nuevo cargo, renunció como
Secretario General de la CTERA.
La sanción de las leyes de obediencia debida y punto final, lo posicionaron en un lugar crítico. Frente a tamaño retroceso, frente a la expiración de toda voluntad de justicia, Alfredo Bravo renunció a su cargo en el Ministerio de Educación de la Nación.
En 1991 fue electo diputado nacional, cargo para el que fue reelegido en 1995.
Murió sin haberse podido sentar en la banca de senador por la Capital Federal que legítimamente obtuvo en los comicios de octubre de 2001, el 24 de mayo de 2003.
La sanción de las leyes de obediencia debida y punto final, lo posicionaron en un lugar crítico. Frente a tamaño retroceso, frente a la expiración de toda voluntad de justicia, Alfredo Bravo renunció a su cargo en el Ministerio de Educación de la Nación.
En 1991 fue electo diputado nacional, cargo para el que fue reelegido en 1995.
Murió sin haberse podido sentar en la banca de senador por la Capital Federal que legítimamente obtuvo en los comicios de octubre de 2001, el 24 de mayo de 2003.
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